Expectativas Irreales de los Pacientes y Cómo Manejarlas

Los cánones de belleza son un conjunto de características que, históricamente, una sociedad considera hermoso o atractivo; la moda, es un gusto o costumbre propios de un grupo, en un periodo de tiempo o lugar determinados; la dismorfia corporal es un trastorno psiquiátrico que se manifiesta por una preocupación excesiva de la apariencia, derivada de una distorsión de la imagen corporal que puede causar incapacidad y/o retracción social.

la gran mayoría de nuestra teoría proviene de libros de cirugía estética que nos enseñan medidas y proporciones que están basadas en cierta población geográfica, donde, en la mayoría de las ocasiones, los pacientes “modelo” no comparten los mismos rasgos físicos, desde el tipo de piel (hay diferentes criterios y clasificaciones), complexión anatómica y rasgos geográficos. El tipo de piel, estructura ósea y proporciones físicas no son las mismas en personas de ascendencia anglosajona que en personas de ascendencia mestiza.

Cuando una paciente de cara redonda, sin definición mandibular y piel gruesa desea una nariz característica de una persona de cara ovalada, con buena definición mandibular y piel delgada (“X” artista”); o una paciente de 1.54 mts con un torso corto, espalda ancha y con sobrepeso desea un aumento de busto y te enseña una imagen de una modelo de 1.75 con un torso largo, espalda pequeña y de complexión delgada y te pide que quede igual; o personas asiáticas que buscan “occidentalizar” sus rasgos faciales.

En su momento, cada cirujano plástico del mundo fue adaptando poco a poco estas proporciones estéticas de acuerdo a su grupo de pacientes, y así, se han estado y continúan desarrollado técnicas y estudios por cirujanos de diferentes regiones para tratar de compensar la “falta de” o el “exceso de” con el fin de mejorar el resultado, y que,  este sea más armónico de acuerdo con las características de cierto grupo geográfico de pacientes; así que nacieron los términos de “Rinoplastia en nariz mestiza” y “Middle East Rhinoplasty”, tópicos muy populares en los congresos internacionales.

Cánones, moda y dismorfia es la receta de una tragedia anunciada. Sin embargo, hay que resaltar que, en los casos de pacientes con dismorfia, estamos tratando con un trastorno psiquiátrico de autopercepción, y, aunque el resultado de la cirugía haya sido perfecto, en su imagen siempre van a encontrar un defecto. Estos pacientes no siempre son fácil detectarlos y realizar una la cirugía sería una contraindicación de ser así.

Las expectativas irreales son resultado de fantasías y/o ilusiones creadas para “mejorar” un defecto, en ocasiones inventado, que los pacientes expresan como demandas: “quiero quedar así (enseñando el celular) como me veo en con este filtro de IG”. (True story).

Esto no respeta proporciones ni medidas, y van de la mano de una moda y alta exposición a redes sociales o imágenes de “perfección” que tienen como resultado un desorden de autocontrol, y, que van alimentando esa falsa expectativa, arraigándola en la mente hasta distorsionar la realidad y mermar la capacidad de poder distinguir lo que es posible y lo que no.

En estos casos lo ideal es no operarlos, sin embargo, no siempre es fácil detectarlos, muchos han ido adaptando su historia para fundamentar su ilusión y maquillar su expectativa; estos pacientes se convierten en un proceso postoperatorio retador y frustrante.

Se debe tener mucha cautela con el uso de la tecnología actual como software o simuladores de resultados, aunque existen estudios que, en teoría, arrojan buenos resultados cuando comparan la satisfacción del resultado real de la cirugía contra la propuesta del simulador; estas herramientas tienen una línea muy delgada, donde, las modificaciones generadas distan de un resultado real, ya que existen parámetros como grosor de piel, estructura ósea, densidad de tejidos, etc, que el software no puede tomar en cuenta para generar la simulación. ¿Apantallan? Si.

Son buenas herramientas de marketing, pero, tienen muchas limitantes y los pacientes deben estar conscientes que es una simulación y su resultado final puede no parecerse al de la simulación. Esto puede generar una falsa expectativa e insertar una imagen en la mente de un paciente, que, aunque tenga un buen resultado, su satisfacción disminuye. Lo mismo sucede cuando se utilizan fotografías de modelos o artistas, su utilidad es más para entender lo que estas buscando, que para tratar de clonar el resultado.

Identificar y manejar estos pacientes durante su valoración es complejo, se puede “destruir” su ilusión de golpe y que sigan con su vida, después de todo somos adultos, no es como que le estes diciendo a un niño que no existe santa claus, pero para esto también hay formas.

Lo más sencillo para mí es explicarles su realidad como es, la limitante de su anatomía y tejidos, los “por qué no” y resaltar sus rasgos. Ya dependerá de cada uno como dora la píldora y hasta dónde, la mayoría de las veces es imposible cambiar su modo de pensar y menos en una consulta, este tipo de paciente lleva tiempo alimentando su fantasía y tarde que temprano encuentran al cirujano que prometa esa falsa expectativa.